Después de más de 200 artículos, rondando las 40 mil visitas, he decidido parar, aún no sé si de forma definitiva o tan sólo momentánea, el tiempo lo dirá, pero he perdido por completo la motivación por exponer aquí mis ideas, y lo mejor es aparcar esto, como todo en la vida, todo tiene su principio y su final, y éste puede ser el final de este humilde blog.
En un pueblo como Bonares el opinar de distinta forma al partido gobernante es complicado, te crea enemistades, absurdas enemistades, y eso es un precio muy alto a pagar, y eso que siempre he intentado ser respetuoso, buscar la forma de decir las cosas sin herir sensibilidades, sin necesidad de hacer más daño del necesario, pero aún así es imposible no meterte en un fregado tras otro.
Supongo que habrá quién se alegre y lo entiendo, en cierta medida lo han conseguido, se van a quitar a una "mosca cojonera" de enmedio, a todos ellos les pido disculpas si en algún momento he podido excederme en la defensa de mis ideas, nunca ha sido mi intención el atacar a nadie, aunque una defensa numantina de mis ideas pudiera parecerlo.
A todas esas personas que durante estos casi dos años me han parado por la calle para felicitarme, para darme ánimos, para mostrarme su apoyo, muchas gracias, sé que parando de escribir voy a decepcionar a mucha gente, pero espero que me entiendan y respeten.
Sé a ciencia cierta que hay personas que me aprecian que por el simple hecho de ser amigos míos han recibido muchas "pullitas" y eso me ha dolido profundamente, un alto porcentaje de mi decisión está fundamentada precisamente en eso, todo lo que no se atreven a decirme a mí en mi cara se comenta por detrás, pero allá cada uno, yo tengo mi conciencia muy tranquila y no me considero enemigo absolutamente de nadie.
Ser concejal en la oposición en Bonares es complicado, créanlo, muy complicado, y encima tener un espacio como éste en el que defiendas cada postura del grupo es exponerte a ser "diana" y a que se desgaste terriblemente tu imagen.
Soy consciente de que no ser por éste blog hubiese pasado totalmente desapercibido como concejal en éstos 4 años, pero por mi forma de ser tuve la inquietud de tener un hueco donde poder explicarme y argumentar las cosas, y así he venido haciéndolo.
Muchos de mis artículos han tenido como argumento una crítica a la gestión del equipo de gobierno de nuestro pueblo, es comprensible que sean los miembros del mismo los que más enojados se sientan con lo que he escrito por aquí, sin embargo, recientemente he tenido un par de conversaciones con el alcalde y me ha mostrado su total comprensión a lo que argumento, ha entendido perfectamente el papel que nos toca y lejos de tenerme algún rencor lo que me ha trasladado es que todo entra dentro de las reglas del juego, y eso es digno de elogiar y me demuestra madurez política, estaré más o menos de acuerdo con su gestión, pero a nivel personal no tengo absolutamente nada que reprocharle, más bien al contrario.
No hay que ser un lumbreras para percatarse que este es el paso previo a mi abandono de la primera línea de la política local, a falta de que se decida quién será el candidato a las municipales de 2011, mucho tiene que cambiar la cosa para que a mis días como concejal en el Ayuntamiento de Bonares no estén contados, por mucho que me guste la política, haciendo un balance personal ganan los contras a los pros por goleada.
En todo este tiempo he tratado separar mis dos grandes ocupaciones, que el club de Fútbol Base no se vea manchado por nada, siempre he actuado como en conciencia creía oportuno, pero intentando no dar pié a que se me pudiera reprochar precisamente eso y que todo ello repercutiera de forma negativa en el club, en el tema del campo de césped creo que ha quedado más que demostrado, además luchando contra algunas mentes perversas que han tratado de enfrentarme al concejal de deportes con el que no tengo problema alguno, pero el morbo de algunos ha envenenado constantemente el ambiente creando una polémica infundada.
Nada más, volver a daros las gracias a todos vosotros por haber dedicado un tiempo a leerme, ahora nos tomaremos un tiempo para decidir si definitivamente cerramos el kiosko o volvemos.