Recuperándome aún del viaje y asimilando todo lo vivido en Barcelona, algo que sin duda nunca olvidaré, así estamos en estos momentos, con el vacío que te queda después de vivir algo con tanta intensidad y se termina, porque el deporte es presente, ni el pasado ni el futuro tienen valor, es el vivir el momento.
Se supone que los aficionados del Madrid y el Barcelona, acostumbrados a ganar títulos todos los años, no valoran en su justa medida lo que supone ganar algo, sin embargo el resto cuando tenemos la oportunidad de conquistar un título es como si pudiéramos tocar el cielo con las manos, no tengo palabras para describir las sensaciones y emociones que he vivido, ha sido infinítamente más brutal que en 2007 en Madrid que fue la otra final que viví in situ.
Del viaje en sí me han impresionado muchas cosas, desde la perfecta organización de vuelos, autobuses y demás, que teniendo en cuenta el número de personas desplazadas era algo dificilísimo, pero los horarios fueron respetados con absoluta puntualidad y los tiempos de espera en aeropuertos cuando vas a una final de este tipo son aprovechados para ir entrando en calor, ni te das cuenta de las horas.
Una vez en Barcelona lo primero que pudimos comprobar es que la proporción de aficionados de uno y otro equipos era de 3/1, por cada 1 sevillista habían tres atléticos, las zonas turísticas estaban tomadas por aficionados de uno y otro equipo pero como digo en una mayoría aplastante de ellos, además con la particularidad de que las banderas de España eran las que más se veían, más de un catalán cerraría las ventanas para no verlas. Como cosa curiosa comentar que los barceloneses nos decían que iban con nosotros, nos hacían gestos de ánimo cuando paseábamos por las calles, supongo que será por el pique con la capital.
Impresionado con la marea humana que estaba en la Fan Zone, donde estuvimos pasando las horas previas al partido, estuvimos con sevillistas de muchos sitios, de Sevilla, de Huelva e incluso de fuera de Andalucía en un ambiente espectacular, a pleno sol a las 4 de la tarde pero disfrutando como enanos, incluso se tiraron cohetes, una macrofiesta de más de 30 mil personas.
Dos horas antes del partido ya estaba la zona de aficionados del Sevilla abarrotada, mientras que la zona atlética estaba casi vacía, los jugadores se quedaron perplejos al llegar al campo y ver que allí estábamos todos, dándole color a todo el Gol Norte del Nou Camp, pero luego la superioridad numérica de la afición atlética se hizo manifiesta, ocupaban 2/3 del campo, prácticamente el doble, aunque la parte sevillista sonaba mucho más.
Luego el partido, que fue una fiesta, sobre todo para nosotros que fuimos todo el partido ganando, y con el segundo gol, el éxtasis, aunque he de decir que me impresionó el que al finalizar el partido la mayoría de los seguidores del Atlético de Madrid aguantaron allí cantando y animando más de 30 minutos, mientras nosotros teníamos montada la fiesta en el otro lado, ña verdad es que esperaba que hubiera incidentes, en los días previos a la final los foros eran un hervidero de insultos y provocaciones, pero no pasó absolutamente nada, cánticos de unos contra otros y ya está, aunque la verdad es que los atléticos se pasaron de la raya y es que dos de sus cánticos para insultar eran EA EA EA, PUERTA SE MAREA, y LA VIRGEN DEL ROCIO ES UN TIO,
En definitiva amig@s, una experiencia realmente inolvidable para mí, y además me ha venido en un buen momento, ya que me ha servido para evadirme momentáneamente de algunas preocupaciones e inquietudes.
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