domingo, 25 de abril de 2010

ARTICULO BONASPORT MES DE MARZO

Fútbol 7 ó Fútbol 11, esa es la gran disyuntiva para todo el que se mete a esto de entrenar chavales, casi todos empiezan por las bases y van escalando, y hasta que no prueban ambas cosas, no son capaces de decidirse por una u otra opción.

Mis comienzos fueron distintos, yo directamente empezé con un equipo cadete y a los dos años ya llevaba el juvenil, aunque bien es cierto que eran otros tiempos, y que los chavales de ahora no se parecen en nada a entonces, para ellos el fútbol era lo primero y ahora tienen bastantes cosas por delante de hacer deporte.

En mi trayectoria como entrenador he estado mayormente con equipos de fútbol 11, donde el entrenador tiene una tarea muy específica basada en aspectos deportivos fundamentalmente, conforme más grandes son los chavales, más importancia tiene la labor del entrenador, mientras que con los peques hay una tarea educativa que te absorve más tiempo que la propia deportiva.
En ambos casos he pasado momentos buenos y malos, el año pasado tuve un año espectacular con el equipo cadete y este no está siendo menos bueno con el Alevín A, pero no dejo de reconocer que mi perfil se adapta mejor a equipos mayores.

Ahí puede estar la clave, independientemente de lo que nos guste a cada uno o no, hay que adaptarse primero a las necesidades del club, y segundo ser consecuente con las condiciones de cada uno, anteponer el interés general al particular, aunque todos sabemos que eso a veces es fácil de decir y no de hacer.

La rotación de entrenadores en nuestro club no es algo matemático, se van ajustando los equipos conforme a las circunstancias, no vivimos de esto y las condiciones de cada uno van variando y con ello, la disponibilidad para entrenar a un grupo o a otro, por ello, siempre pedimos comprensión a los padres y madres, comprensión y apoyo al monitor que les toque.

Para esta temporada desde la dirección técnica del club se tomaron una serie de decisiones que, a mi parecer, han sido acertadas, desde el reciclaje de Rafa en el cadete, (que está haciendo una temporada magnífica y se le ve super motivado); pasando por el trabajo de Eli en el Infantil, así como el temporadón de Julio en el juvenil.

Solventada la papeleta este año, llegará el mes de junio y con él la vuelta a construir el rompecabezas de cuadrar entrenadores con equipos, la primera premisa para que todo salga bien es una predisposición incondicional de todos nosotros, sin eso, el fracaso estará asegurado.

(Publicado por Manolo Garrido en el periódico Bonasport en su número de Marzo)

1 comentario:

Anónimo dijo...

si ay q anteponer los intereses del club al personal, q le den el ekipo amateur a un entrenador competente, q se dice q el entrenador del amateur es intocable xq es qien es...