AMSTERDAM, NO TE LA DEBES PERDER...

Hace ya casi un mes de mi escapada a Amsterdam y estoy aún asimilando todo lo visto, lo descubierto, lo vivido, con la mezcla de sentimientos de alegría por volver a casa y ver al enano de nuevo y a la vez la tristeza de haberse acabado un viaje que me va a resultar especialmente inolvidable.

Amsterdam es una ciudad espectacular, tiene el gancho turistico de los coffie shops donde se puede fumar drogas blandas y el barrio rojo donde las prostitutas se exhiben tras unos escaparates, eso atrae a auténticas hordas de viajeros jóvenes ávidos de sexo y drogas, pero la ciudad es muchísimo más que eso, incluso las autoridades holandesas para 2012 van a cerrar casi la totalidad de los coffie shops y van a trasladar el barrio rojo a otro sitio, con lo cual la ciudad tal y como es hoy en día tiene los días contados, a mi particularmente tanto los coffee como el barrio rojo me ha parecido de lo peor de Amsterdam, era sábado noche y toda la zona estaba apestada de gente que miraban a las chicas como si fueran monos de feria, surrealista total.

La primera mañana que pasamos allí nos hicimos el Tour Free, una visita a pié por los lugares más significativos de la ciudad en la que pagas lo que te parece cuando termina, nos tocó un guía gallego muy simpático y durante unas 4 horas descubrimos algunos rincones de Amsterdam que por nuestra cuenta hubieran pasado desapercibidos.

De Amsterdam lo primero que llama la atención es que la fisionomía de la ciudad no tiene nada que ver con otra ciudad del mundo, apenas hay coches, todo el mundo camina o monta en bicicleta, hay miles en todas partes, todas las calles están abarrotadas de bicicletas aparcadas, incluso hay un parking de bicis, donde se apiñan una multitud, pero aparte de ello, cada calle, cada rincón es de postal, las casas torcidas que parece que se van a caer, los canales, los puentes, dan a la ciudad un ambiente espectacular, pasear es una delicia, una ciudad con una población parecida a Sevilla, pero con ambiente de pueblo grande.

He tenido algún inconveniente con el idioma, tal y como me temía, y es que la ciudad está minada de españoles, me he encontrado con muchos, en cada sitio que he ido habían españoles, pero ni en el aeropuerto, ni en los taxis ni buses, ni en las tiendas, ni en los bares, ni tan siquiera en la recepción del hotel he encontrado a alguien que entendiera minimamente el castellano, con lo que me tenía que entender con ellos casi con gestos ya que mi inglés no se puede considerar ni básico, en un McDonalds se me ocurrió pedirle a la chica que no me pusiera mahonesa en la hamburguesa, se lió ella pq no me entendía, me lié yo pq no sabía como desliarla a ella, y se montó la mundial, terminé explicando con gestos que no quería mahonesa al jefe y a varios dependientes con Meni partiéndose de la risa detrás de mí.

Igualmente me ha parecido una ciudad cara, tienen un nivel de vida superior al nuestro, el colmo fue que paseando vi que en un bar estaban viendo el Barcelona-Mallorca el domingo y me metí a terminar de ver el partido, dos cervezas medianas.... 12 euros, casi tanto como una entrada al partido, luego pusieron el Madrid, pero como iba ganando a los 5 minutos, nos fuimos.

Como última anécdota contaros que el día antes de venirnos salimos a dar un paseo y nos sentamos en un banco en plena plaza Dam, (la principal de la ciudad), llegan dos chicas y se sientan a nuestra espalda, las escucho hablar en español, claramente andaluzas, me giro y les pregunto, y resulta que son dos sevillanas que se han ido a vivir a Amsterdam a la aventura, y que veranean en Mazagón muy cerca de donde yo he estado, así que nos llevamos hablando con ellas un buen rato en el que les estuve dando toda la información de la ciudad que tenía y creo que les va a venir bien, ojalá tengan suerte.

Creo que es una escapada que merece la pena, que el ambiente de la ciudad es impresionante, muchísima gente joven, muy buen rollo, los holandeses son extremadamente agradables con quienes los visitan y te haces a la ciudad en poco tiempo, si puedes, no te lo pienses, conócela.