Definitivamente la precampaña para las elecciones municipales de 2011 ha dado comienzo, apenas unos meses pasados del ecuador de la actual legislatura y ya se están produciendo movimientos màs que interesantes y el baile de nombres de aquí a la confección definitiva de las listas será una constante.
En los últimos meses mi compañera de partido Mª Jesús en cada reunión que manteníamos el comité local no paraba de decirnos que debíamos empezar a pensar en la lista de las elecciones de 2011, a lo que siempre contesté que me parecía algo prematuro, que aún quedan bastantes meses y que gastar energías ahí puede ser algo totalmente improductivo.
Una vez más tengo que reconocer que llevaba toda la razón del mundo, (y es que ya sabemos que la experiencia es un grado), ya nos han tomado la delantera otros y tienen parte del trabajo elaborado o cuando menos iniciado.
Me han llegado informaciones en ésta misma semana de que al menos a tres personas se les ha propuesto en los últimos meses por parte de un altísimo cargo de un partido político local que formen parte de "su" lista en las próximas elecciones.
Supongo que mi candidez en esta materia puede ser el detonante para que me haya sorprendido tanto, supongo que esos movimientos son naturales a lo largo de todas las legislaturas, que la maquinaria no se para nunca y siempre se está pensando en las próximas elecciones.
Pero viendo las cosas desde un punto de vista más frío, analizando quién, cómo, cuando y porqué, todavia me entran más dudas, el que esas tres personas de las que hablaba con anterioridad sean de un perfil muy determinado, llamados a ser claramente actores principales de reparto, que puedan sorprender, me resulta de lo más llamativo.
Entiendo que la tarea de formarte un equipo de trabajo es algo de mucho tiempo, que el hacerlo con la tranquilidad que da el largo plazo es el reducir la posibilidad de errar en un alto porcentaje, que quién tiene esa amplitud de miras sabe lo que hace y tiene los movimientos perfectamente calculados, y esa forma de trabajar no debe provocar en nosotros más que admiración, al menos es lo que en mí despierta.
Estos movimientos, unidos a otros paralelos que venimos observando desde hace algún tiempo hace que todos tengamos la obligación de ponernos en marcha, todo se va a acelerar evidentemente, y aunque no sea hasta los últimos meses previos a las elecciones cuando se terminen de cerrar las listas, desde ya habrá que ir tanteando perfiles, no queda otra, y es que no sólo se trata de "fichar", en algunos casos se trata de "anular", si no, no se entiende que se trate de pescar en río ajeno.
Bienvenid@ a mi blog personal, en él daré mi punto de vista particular de los temas que me interesan, especialmente los dos asuntos que ocupan a día de hoy mi tiempo libre, mi labor de entrenador en el Club de Fútbol Base Bonares y mi condición de concejal en el Ayuntamiento de Bonares.
viernes, 31 de julio de 2009
lunes, 20 de julio de 2009
EL VASO MEDIO LLENO
El optimismo por naturaleza es algo que veo realmente positivo, mirar las cosas desde un prisma de positividad, ver siempre el lado bueno es incluso algo digno de elogiar.
Pero cuando convertimos ese optimismo en una coraza o una armadura para no ver la realidad que no queremos ver, pero que es la que es, entonces la cosa cambia, ese optimismo desmesurado pasa a ser un lastre, un árbol que no nos deja ver el bosque.
Y todo viene a cuento por la actitud con la que nuestros gobernantes, (a todos los niveles), están gestionando la grave crisis económica en la que estamos sumergidos, ese "no pasa nada", "esto se está acabando", "saldremos adelante sin problemas", llega un momento en el que más que un consuelo o un aliento de ánimo, se convierte en un problema en sí.
Quizás sea muy duro decirle a los ciudadanos el estado real de las cosas, quizás sea contraproducente exponer cual va a ser el futuro próximo de muchas familias españolas, ese alarmismo podría ser negativo y un lastre más a la hora de salir del atolladero.
Por eso se debería buscar un mensaje más realista que el que se manda en la actualidad y que nos concienciara a todos de las dificultades en las que estamos metidos y en lo que viene, porque tengo la impresión muchas veces que nos toman por tontos.
Conocido es el optimismo enfermizo de nuestro presidente Zapatero, es algo con lo que contamos, pero como una honda expansiva se ha ido propagando por todos los rincones del país, y en cada adminsitración gobernada por los socialistas es lo mismo, buena cara, no pasa nada y a aguantar el chaparrón, a esperar que escampe.
Medidas que a todas luces no son más que parches, sin ninguna reforma estructural importante, que necesariamente no tiene que ser un abaratamiento del despido, que es a lo que siempre se agarran cuando se les nombra, sin unas reformas que vayan a la raiz del problema, como digo, es imposible que podamos salir airosos de la situación.
A nivel local es exactamente igual, sin entrar en demasiados detalles, me da la sensación que no hay una verdadera concienciación de la situación, de la gravedad de la misma, y seguimos funcionando como siempre, esperando que todo esto pase sin más.
Y como muestra un botón, con el simple alquiler de la carpa con la que hemos celebrado la fiesta de San Juan podría haber comido una familia unos meses, me parece que se debería hacer de verdad una política basada en la total y absoluta austeridad, un control del gasto escrupuloso y dedicar todos los esfuerzos y los medios posibles en contratar personas, en meter bajo el paraguas de la administración local a familias con dificultades.
Otro error en el que se puede incurrir es aplicar medidas que corresponderían a empresas privadas, el despedir personal y aliviar plantillas en una administración pública y en las circunstacias actuales es una metedura de pata mayúscula.
En mi modesta opinión se hace necesario un gran pacto entre todos los políticos de todas las tendencias y a todos los niveles para trabajar juntos, y no dar la imagen que actualmente se está dando con una pérdida de confianza de los ciudadanos en la clase política, todos podemos y debemos aportar lo mejor, porque el otoño e invierno que se avecinan van a ser duros.
Pero cuando convertimos ese optimismo en una coraza o una armadura para no ver la realidad que no queremos ver, pero que es la que es, entonces la cosa cambia, ese optimismo desmesurado pasa a ser un lastre, un árbol que no nos deja ver el bosque.
Y todo viene a cuento por la actitud con la que nuestros gobernantes, (a todos los niveles), están gestionando la grave crisis económica en la que estamos sumergidos, ese "no pasa nada", "esto se está acabando", "saldremos adelante sin problemas", llega un momento en el que más que un consuelo o un aliento de ánimo, se convierte en un problema en sí.
Quizás sea muy duro decirle a los ciudadanos el estado real de las cosas, quizás sea contraproducente exponer cual va a ser el futuro próximo de muchas familias españolas, ese alarmismo podría ser negativo y un lastre más a la hora de salir del atolladero.
Por eso se debería buscar un mensaje más realista que el que se manda en la actualidad y que nos concienciara a todos de las dificultades en las que estamos metidos y en lo que viene, porque tengo la impresión muchas veces que nos toman por tontos.
Conocido es el optimismo enfermizo de nuestro presidente Zapatero, es algo con lo que contamos, pero como una honda expansiva se ha ido propagando por todos los rincones del país, y en cada adminsitración gobernada por los socialistas es lo mismo, buena cara, no pasa nada y a aguantar el chaparrón, a esperar que escampe.
Medidas que a todas luces no son más que parches, sin ninguna reforma estructural importante, que necesariamente no tiene que ser un abaratamiento del despido, que es a lo que siempre se agarran cuando se les nombra, sin unas reformas que vayan a la raiz del problema, como digo, es imposible que podamos salir airosos de la situación.
A nivel local es exactamente igual, sin entrar en demasiados detalles, me da la sensación que no hay una verdadera concienciación de la situación, de la gravedad de la misma, y seguimos funcionando como siempre, esperando que todo esto pase sin más.
Y como muestra un botón, con el simple alquiler de la carpa con la que hemos celebrado la fiesta de San Juan podría haber comido una familia unos meses, me parece que se debería hacer de verdad una política basada en la total y absoluta austeridad, un control del gasto escrupuloso y dedicar todos los esfuerzos y los medios posibles en contratar personas, en meter bajo el paraguas de la administración local a familias con dificultades.
Otro error en el que se puede incurrir es aplicar medidas que corresponderían a empresas privadas, el despedir personal y aliviar plantillas en una administración pública y en las circunstacias actuales es una metedura de pata mayúscula.
En mi modesta opinión se hace necesario un gran pacto entre todos los políticos de todas las tendencias y a todos los niveles para trabajar juntos, y no dar la imagen que actualmente se está dando con una pérdida de confianza de los ciudadanos en la clase política, todos podemos y debemos aportar lo mejor, porque el otoño e invierno que se avecinan van a ser duros.
domingo, 5 de julio de 2009
CERRAMOS EL PUEBLO EN VERANO
Ya estamos de nuevo en verano, una época que significa un traslado masivo de bonariegos y bonariegas a la playa, este año con eso de la crisis en un número sensiblemente inferior pero la emigración sigue siendo numerosísima.
El que el pueblo durante más de dos meses se paralice es algo digno de estudio, la rentabilidad de los negocios tienen que tener en cuenta que durante dos meses será deficitario, alguno de ellos incluso paraliza su actividad en estos meses, y las empresas foráneas con actividad en Bonares ven como en los meses de verano es una plaza sin vida.
Esa parálisis se extrapola a todos los áspectos, desde el ocio donde por ejemplo buscar un bar abierto en fin de semana es una tarea complicada, donde incluso los servicios municipales se quedan sin actividad, con lo que de una forma o de otra todos estamos "obligados" a buscar una salida de Bonares en verano.
En los pueblos limítrofes la situación es inversa, en Niebla, Beas, Trigueros y alguno más en verano se produce un aumento de población al regresar por vacaciones personas del pueblo que viven fuera, con lo que son meses muy productivos para la economía local.
Una de las razones por las que en Bonares se produce el desplazamiento masivo a Mazagón es, más allá de la propia idiosincracia de los bonariegos y bonariegas, las altísimas temperaturas que soportamos en nuestro "hoyito", aproximadamente 10 grados más que en Mazagón y unos 4-5 más que en cualquier localidad de alrededor.
Dormir en Bonares en verano es un acto casi heroico, con temperaturas que sobrepasan el límite de los 24 grados en los que el cuerpo deja de descansar de forma normal.
A partir del año que viene contaremos con la ansiada, deseada y esperada piscina municipal, algo muy necesario para que todos los que no abandonen Bonares en verano puedan soportar mejor las altas temperaturas, eso también puede hacer que muchas de las personas que tienen que hacer un esfuerzo económico por tener que ir a la playa tengan una alternativa y no sea "obligatorio" ese gasto, pero mientras tanto calor, calor y más calor.
El que el pueblo durante más de dos meses se paralice es algo digno de estudio, la rentabilidad de los negocios tienen que tener en cuenta que durante dos meses será deficitario, alguno de ellos incluso paraliza su actividad en estos meses, y las empresas foráneas con actividad en Bonares ven como en los meses de verano es una plaza sin vida.
Esa parálisis se extrapola a todos los áspectos, desde el ocio donde por ejemplo buscar un bar abierto en fin de semana es una tarea complicada, donde incluso los servicios municipales se quedan sin actividad, con lo que de una forma o de otra todos estamos "obligados" a buscar una salida de Bonares en verano.
En los pueblos limítrofes la situación es inversa, en Niebla, Beas, Trigueros y alguno más en verano se produce un aumento de población al regresar por vacaciones personas del pueblo que viven fuera, con lo que son meses muy productivos para la economía local.
Una de las razones por las que en Bonares se produce el desplazamiento masivo a Mazagón es, más allá de la propia idiosincracia de los bonariegos y bonariegas, las altísimas temperaturas que soportamos en nuestro "hoyito", aproximadamente 10 grados más que en Mazagón y unos 4-5 más que en cualquier localidad de alrededor.
Dormir en Bonares en verano es un acto casi heroico, con temperaturas que sobrepasan el límite de los 24 grados en los que el cuerpo deja de descansar de forma normal.
A partir del año que viene contaremos con la ansiada, deseada y esperada piscina municipal, algo muy necesario para que todos los que no abandonen Bonares en verano puedan soportar mejor las altas temperaturas, eso también puede hacer que muchas de las personas que tienen que hacer un esfuerzo económico por tener que ir a la playa tengan una alternativa y no sea "obligatorio" ese gasto, pero mientras tanto calor, calor y más calor.
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