¿GRATIS?

En la revista de las fiestas patronales leimos con cierta sorpresa un artículo de un club deportivo local que de forma muy sutil nos lanzaba dardos envenenados acerca de nuestras fuentes de "financiación",artículo que refleja medias verdades, que no por repetirlas muchas veces se van a convertir en verdad absoluta.

Partamos de la base de que cada deporte tiene unas condiciones totalmente distintas, en cierta medida el fútbol tiene una cierta ventaja por ser un deporte con mucha aceptación social, un deporte mayoritario, pero no es menos cierto que las instituciones intentan apoyar a los demás deportes con una menor aceptación o seguimiento social, es decir, en el fútbol prácticamente nada es subvencionado, no hay competiciones secundarias organizadas por mancomunidades o diputaciones, aquí hay una competición y la tomas o la dejas, una competición además muy cara con costes altísimos que hay que pagar sí o sí.

Por otro lado, el fútbol es un deporte en el que se necesitan más jugadores para formar un equipo, cualquier equipo necesita un mínimo de 20 jugadores para ser formado, para desplazar a esos niños se necesitan cada semana un mínimo de 4 ó 5 coches, se necesitan más equipaciones, se paga más de seguro médico, los arbitrajes en todas las categorías se lleva un dineral, se paga más de licencias federativas, incluso las tarjetas que se muestran en los partidos acarrean una sanción económica.

Desde nuestro Ayuntamiento el criterio que se sigue a la hora de subvencionar a las distintas escuelas es hacerlo de forma lineal, lo mismo para todos, independientemente de los gastos y el coste que cada club tenga, que es evidente, (como comentaba anteriormente); que esos costes no son iguales para todos, pero se sigue ese criterio para no establecer agravios comparativos, y hasta cierto punto, lo entiendo.

Teniendo en cuenta que hay clubes que para desarrollar su actividad necesitan un presupuesto mucho mayor que otros, y que todos recibimos lo mismo de la administración local, que incluso quién necesita menos dinero para funcionar tiene competiciones paralelas subvencionadas, el esfuerzo de cada uno para completar presupuesto no puede ser el mismo, evidentemente.

Si valoramos las dos escuelas mayoritarias de Bonares, Fútbol y Baloncesto, lo único que nos diferencia en cuanto a lo que les pedimos a los jugadores es la cuota de inscripción que en el fútbol pedimos a principios de temporada, 60 euros anuales, que en caso de tener hermanos se convierte en 50 y para el que damos todas las facilidades del mundo.

Aparte de esa cuota, (en mi opinión insignificante), luego hacemos una rifa y vendemos calendarios en navidad con la foto de todos los equipos, mientras que en baloncesto venden mantecados y cosas parecidas, es decir, lo único que nos diferencia son los 60 euros de cuota de inscripción, esa sería la frontera entre ser "gratis" y ser "de pago".

En el Fútbol Base Bonares una gran parte del presupuesto sale del trabajo de la junta directiva, de buscarse patrocinadores, (ya son más de 50 las vallas publicitarias que tenemos en el campo), de montar la Feria de la Tapa, de rifas en los días de los marathones, etc, etc, y ese trabajo lo hacen personas que no cobran absolutamente nada, es más, personas a las que les cuesta el dinero y su tiempo el estar ahí.

Hace unos años decidimos establecer una pequeña gratificación a los entrenadores y eso ha sido la fuente que inspira todas las críticas, y nosotros lo hicimos por una cuestión de darle más seriedad al club, el cobro de esa pequeña gratificación conlleva unas obligaciones para todos los entrenadores que se cumplen a rajatabla, reuniones formativas, puntualidad en entrenamientos y partidos, preparación de los equipos acorde a una programación que establece el club, trabajo administrativo con todos los datos del equipo actualizados al día, etc, etc, es decir, por esa cantidad simbólica de dinero se le exige a los entrenadores una dedicación casi absoluta.

A modo de conclusión, pienso que cada club es distinto, cada uno tiene sus historias y demasiado trabajo tenemos cada uno con lo nuestro como para meternos en casa ajena, pero que esa animadversión a nuestro deporte, y por ende, a nuestro club, no tiene sentido, es entrar en una disputa absurda, quizás lo mejor sería correr un tupido velo, pero como a cada uno le duele lo suyo, no me puedo quedar callado.