En las últimas temporadas con el masivo cambio a césped de casi todos los pueblos, todavia se acrecentó más esa ilusión por poder contar con un campo a la altura de los mejores de la provincia.
Está claro que sabíamos que la etapa de construcción del campo iba a ser complicada, que el tiempo que estemos sin campo es un perjuicio en todos los aspectos, pero es de comprender que es algo que hay que pasar.
Ahora estamos metidos de lleno en esa etapa, y para todos va a ser más dura de lo que siempre pensamos, una obra que parece que no va a empezar nunca, aunque parece ser que el comienzo es inminente, y la verdad es que por mucho empeño que estamos poniendo en ponerle buena cara al mal tiempo, la verdad es que el panorama que tenemos por delante es complicado.
Buscarle acomodo a nueve equipos todas las semanas en tu propio campo es complicado, hacerlo en otras circunstancias es una locura, y que de todo eso no se resienta el nivel y el funcionamiento de los equipos es imposible.
Jugar todas las semanas fuera es un problema menor, aunque como se podrá comprender es también un lío tremendo, apelar a los equipos rivales a que nos cambien el orden en los calendarios, y ,claro, competir en inferioridad de condiciones.
Pero no nos queda otra que aguantar el chaparrón, esperar a que los plazos de ejecución de la obra no se retrasen, y que nuestro regreso al campo se haga lo más rápido posible, el futuro que nos espera es bastante atractivo, nuestra esperanza es entrar en el nuevo año ya con el campo terminado, ya que a partir de ese momento comenzarán las segundas vueltas de las competiciones y es cuando más problemas podremos tener.
1 comentario:
Como dices....vamos a tener un grandisimo bajon en el rendimiento de los equipos, es practicamente imposible entrenar en condiciones.
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