El espectáculo del que estamos siendo testigos en los últimos tiempos es realmente lamentable, casos de corrupción en todas las esquinas del país, con implicados e imputados de todos los partidos, una verguenza en toda regla.
El daño que hacen es terrible, más allá de lo que puedan estafar o robar, dañan la imagen de la clase política, que sigo pensando que en un altísimo porcentaje son personas honradas que trabajan por vocación y con un alto sentido del servicio a los demás.
Pero, claro, el que un porcentaje por muy mínimo que sea actue de esa manera hace que el ciudadano de a pié meta a todos en el mismo saco, que se asquee de la política y que pierda todo el interés en participar en elecciones o en enrolarse en un partido.
No les faltan razones, pero esta sangria a nuestro estado de derecho debería ser cortada de raiz, endureciendo las penas, estableciendo un sistema de control que sea más estrecho, que no sea tan fácil meter la mano y salir impune.
La presunción de inocencia se suele saltar a la torera en muchas ocasiones y es injusto, pero no es menos cierto que cuando las evidencias son tan abrumadoras, deberían dar un paso atrás y hasta demostrar su inocencia dejar el cargo, así no se dañaría al partido ni a los militantes de base como nosotros.
Estoy convencido que el ser corrupto va ligado a la propia condición humana, no tiene nada que ver con ser de derechas ni de izquierdas, eso da igual, cuando te ponen por delante una enorme cantidad de dinero, los principios pasan a un último plano, y el compromiso con tus conciudadanos más abajo aún.
Personalmente me siento muy indignado por todo lo que está saliendo en el partido del que soy militante y por el que he dado el paso adelante de representar en el ayuntamiento de mi pueblo, me niego en rotundo ni a excusar ni a defender a los imputados, y menos los que aún estando acusados se mantienen en sus cargos.
Hay por ahí quién cuando el caso de corrupción es de su partido lo excusa y lo defiende,y cuando es del partido contrario monta en cólera, yo no, para mí son todos los casos iguales, me es igual que sea un ministro socialista como un concejal o alcalde del PP, todos los corruptos me merecen el mismo respeto, ninguno.
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