Desde el primer momento en que una mujer denuncie se le debe de proteger, es indignante que sea tan fácil romper las órdenes de alejamiento y atentar contra la mujer maltratada, hay casos en los que se ve de lejos que la cosa va a terminar en tragedia y no se hace nada por evitarlo ya que nuestras leyes en ésto, como en otras tantas cosas, es demasiado blanda.
Me solidarizo con todas las mujeres maltratadas, aquellas que dan el paso de denunciar y luchar contra el maldito maltratador y con aquellas que lo sufren en silencio, a las que les tenemos que decir que denuncien, nadie es merecedor de sufrir un maltrato.
No es justificado el uso de la violencia, nunca lo está y quién hace uso de ella sólo merece nuestro desprecio y que lo pague en la cárcel.
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