sábado, 19 de septiembre de 2009

CAPACIDAD DE LIDERAZGO

En cualquier faceta de la vida se un "líder", ser el que lleva el "maillot amarillo", es complicado, se deben de aglutinar una serie de condicionantes personales que te hagan destacar sobre los demás y ser punto de referencia y eso, en ocasiones, es una carga demasiada pesada que deja muchas víctimas por el camino.

Si en otros temas es complicado ser un líder, en política lo es mucho más, la coraza que debe tener un líder político debe ser tremenda, tener una fortaleza mental enorme para soportar críticas, para combatir a adversarios y encima cuidar tu imagen escrupulosamente.

Y es que en política nunca se sabe de donde te pueden venir los enemigos, pueden estar en el adversario, en la calle o incluso dentro de tu propio partido, las luchas de poder han dejado a lo largo de la corta historia de la democracia en España muchos ejemplos de ello.

El PP normalmente ha sido un partido muy presidencialista, el apoyo incondicional al número uno ha sido una premisa fundamental en el modus operandi del partido en muchos años, e incluso actualmente se produce ese cierre de filas, se discute mucho más a Mariano Rajoy desde fuera que dentro del partido.

El partido socialista ha criticado mucho esas formas, siempre han pregonado que en su partido las cosas se hacían por puro consenso, con un debate de ideas que llevaban a la postura final del partido, pero las tornas se han cambiado, y mientras las cosas han ido bien no se ha oído nada, pero en los momentos actuales de grandes dificultades económicas y con decisiones cuando menos precipitadas del gobierno, dentro de su partido están saliendo pesos pesados a criticar las formas del líder.

No es menos cierto que ser el sucesor de un gran líder es más complicado aún, las comparaciones son obligadas y siempre da la sensación de que cualquier tiempo pasado fue mejor, es lo que ha ocurrido en Bonares, acostumbrados a una forma de actuar, de gobernar, implantada durante muchos años, el cambio en las formas no es igualmente asimilado por todos.

Hay que reconocer que Juan Antonio García tiene su estilo de hacer las cosas, sus formas, podemos estar de acuerdo o no, pero lo tiene, y tiene legítimas aspiraciones de ser un líder duradero dentro de su partido y trabaja para ello, nada que objetar.

Es evidente que cuenta con la ventaja de que tiene una masa de votantes importantísima, pero es evidente que el equipo actual no va totalmente en consonancia con sus formas, así que de su capacidad para ganarse a su propia gente y de acallar las críticas que puedan salir desde dentro, saldrá más o menos reforzado como líder.

Nosotros en el PP es totalmente diferente, sin las presiones de estar en el gobierno y tener que repartir poderes, el carácter casi "amateur" que tenemos todos facilita las cosas, todo es consensuado y ninguna opinión sobresale del resto, así que la figura de un líder es menos importante que en otras circunstancias.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Está claro que el alcalde de Bonares no es el líder del Psoe local, un lider necesita del apoyo de sus simpatizantes, y este alcalde no lo tiene.

Simplemente está ahí puesto por su antecesor y todos se conforman.

Anónimo dijo...

que razon tienes amigo. Juan Antonio no cae simpatico, ni entre los del psoe, y lo va a terminar pagando porque se esta haciendo muchos enemigos.