El mundo de los entrenadores de fútbol es realmente curioso, evidentemente hay multitud de niveles, desde los que trabajamos con niños en nuestros pueblos hasta los de equipos de élite,existen unas diferencias abismales lógicamente entre esos niveles, pero hay algo común a todos ellos, un entrenador de cualquier nivel estará considerado por el entorno del equipo mejor o peor en virtud a los resultados que obtenga, y eso es así.
Cuando ganas eres el mejor y cuando pierdes es que eres muy malo, cuando el equipo juega bien es que fulanito o menganito es muy bueno, y cuando juega mal es que el entrenador no sabe poner el equipo, se equivoca siempre e incluso hace mal hasta los cambios.
Uno, con la experiencia, sabe ya capear ese tipo de situaciones, pero no es menos cierto que se pasa realmente mal, hay veces que te pasas la semana entera insistiendo en un aspecto en concreto del juego y a la hora del partido no sale nada, todo del revés, y encima escuchas comentarios alrededor que te critican que no haces concretamente eso, lo que te has tirado toda la semana preparando y no ha salido, de locos.
En el Bonares-Amateur tenemos lo que tenemos, el equipo tiene carencias evidentes y encima estamos compitiendo, por aquello del campo, en inferioridad de condiciones, y realmente las cosas no van saliendo como todos quisiéramos, así su entrenador Jarri está en un cuestionamiento constante, por aquello que comentaba anteriormente de que cuando las cosas van mal el culpable siempre es el entrenador.
Vamos a ver, este año supone el 16º de existencia del F.B. Bonares, y en todo este tiempo todos hemos dado muestras de valía, si nos valoran en una trayectoria más que en un momento concreto, no hay color, hemos hecho, y estamos haciendo, un gran trabajo.
En todos éstos años hemos tenido entrenadores de un nivel alto, cada uno en su estilo, cada uno con su perfil y con su forma, pero bajo las directrices marcadas por las diferentes direcciones técnicas del club, haber conseguido los resultados que hemos obtenido con las condiciones que tenemos es para sentirse orgullosos.
Jarri es un entrenador que tiene como valor principal que intenta ser justo con los jugadores al 100%, cosa harto complicada y que es imposible, pero su trabajo se basa siempre en encontrar ese punto de justicia, pienso que eso puede restarle carácter competitivo a sus equipos, y además con una idea de club que ninguno hemos tenido.
Rafa Ortega, Eliecer e Ilde se han formado aquí dentro y han dado un resultado extraordinario, son gente muy futboleros, saben leer los partidos, saben sacar el máximo de sus jugadores, y se implican al 200% con cada grupo que tienen, personas con muchas temporadas a sus espaldas y que empiezan cada año como si fuera la primera, admirables.
Ahora tenemos una hornada de entrenadores jóvenes, Rafa, Sergio, Dami e incluso Eloy que verdaderamente hacen un trabajo admirable, están viviendo esta experiencia a una intensidad brutal, con ellos el futuro del club está más que asegurado.
Han pasado otros, unos con más suerte que otros, José Luis ha trabajado muy bien cada vez que ha cojido un equipo, serio, con las ideas muy claras, ganándose el respeto de sus jugadores.
Y, por supuesto, un entrenador que marcó una época en el club, Pedro, a pesar de que en algún momento podamos haber tenido algún desencuentro, pero a nivel deportivo el rendimiento y resultado que dió fue extraordinario, muchas de las "páginas de oro" de los equipos de la escuela fueron escritas por equipos suyos; el entrenador con más capacidad de motivación a los jugadores, cada entrenamiento, cada ejercicio se hacía con una intensidad brutal, eso hacía que sus equipos fueran super competitivos, echamos de menos esos partidos emotivos, pasionales que vivíamos en aquellas fechas.
Y esto es lo que hay, casi siempre que se habla de los entrenadores se hace de forma critica, por ello con estas líneas he querido romper una lanza por todos los que estamos ahí año tras año, se supone que algún día, alguien, sabrá valorar lo que hemos hecho y seguimos haciendo.
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