viernes, 9 de enero de 2009

ARTICULO BONASPORT MES DE DICIEMBRE

Aunque a priori pueda parecer algo lógico y obvio hay una cuestión que todos los que de alguna forma tenemos algo que ver con este club deportivo tendríamos que tener meridianamente claro y no es otra cosa que el entender el grupo de equipos como un colectivo y no como algo independiente uno de cada otro, y me explico.

Hay determinadas ocasiones en las que uno observa que parece como si rivalizáramos entre nosotros por tener mejores resultados que los compañeros y eso me parece una situación de lo más absurda e infantil, el éxito de todos y cada uno de los equipos del club es el triunfo de todos, los "celos" no sirven absolutamente para nada sólo para desunirnos y para crear un clima que no nos beneficia en nada.

Y esos "celos" de los que hablo no son sólo entre el equipo técnico, que también, sino que entre los mismos jugadores e incluso entre padres y madres, y tampoco es que sea una situación exagerada pero si que se atisban de vez en cuando actitudes y comentarios fuera de lugar.

Por otra parte también debemos ser conscientes todos de que las dificultades con las que nos encontramos los monitores al entrenar cada equipo van directamente condicionadas a las edades de los chavales, mientras más grandes sean los jugadores más problemas hay de todo tipo y más valor tiene lo que se consiga.

Para un niño de fútbol 7 el jugar es su ilusión, es lo primero para él y por norma general el monitor las dificultades con las que se encuentra son fácilmente solucionables, los chavalines tienden a idealizar al entrenador y suele ser sencillo el manejar el grupo.

A medida de que los chavales van creciendo van apariciendo complicaciones, para casi todos el fútbol deja de ser lo primero, ya empiezan a descubrir otro mundo, le empiezan a salir nuevas aficiones, los estudios les absorven más tiempo y todo ello pone dificultades al funcionamiento del equipo y ahí la tarea del entrenador se complica y necesita tener bastantes dotes psicológicas para conseguir que el grupo funcione y se solucionen los problemas.

Cuando ya rozan la mayoría de edad, en edad juvenil, los problemas son mayúsculos, para empezar la reveldía propia de la edad hace que sea más difícil engancharlos, pueden llegar a cuestionar las decisiones del entrenador y el fútbol sigue retrocediendo en su escala de prioridades, además los fines de semana no descansan lo necesario para hacer deporte y eso suele mermar bastante el nivel de competir del equipo.

Por todo ello debemos aprender a valorar el trabajo que cada uno de los monitores hacemos teniendo en cuenta las características del grupo que se lleva, rompo una lanza por el entrenador del equipo juvenil esta temporada, Rafa, que está remando sólo contra corriente y quizás no se ven los problemas que tiene, el equipo va clasificado en último lugar pero no es un desastre, entrenan bien, juegan bien, pero no ganan.

Y no es cuestión de infravalorar el trabajo que se hace abajo, por supuesto que no, es fundamental los primeros años de los chavales, esos años marcaran su nivel posterior, pero si debemos tener claro que ganar un partido con los equipos mayores, quedar bien clasificado, hacer que el equipo funcione es tarea complicada y exige más tiempo y dedicación al entrenador.
FELIZ AÑO NUEVO A TOD@S

(Publicado por Manolo Garrido en el periódico Bonasport del mes de diciembre)

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