Por mi forma de entrenar, de interpretar el fútbol, por mi forma de ser, y por alguna razón más, no encajo muy bien en equipos pequeños, mi perfil se adapta mucho mejor a equipos mayores, a jugadores de mayor edad, sin embargo este año he vuelto a cojer un equipo de fútbol 7, el Alevin A.
De primera hora me encontré un grupo magnífico en el plano personal, muy buenos críos, no dan un sólo problema, son facilmente manejables y para nada protestones o polémicos, con lo que, para mí, el principal escollo estaba superado, me atasco cuando más que un entrenador tengo que ser un vigilante y estar siempre manteniendo el orden en el grupo, con eso superado tan sólo se trataba de trabajar con ellos futbolísticamente.
El equipo es de un nivel medio, no tiene jugadores que destaquen mucho por encima del resto, pero el nivel es muy parejo entre ellos y eso es positivo, además muy compensado en todas las líneas, ni nos falta ni nos sobra nada para montar un buen equipo.
El cambiar de entrenador tiene forzosamente que acarrear un tiempo de adaptación, y si el calendario es duro en esa etapa se suelen perder partidos y puntos en el camino, ya me pasó en la temporada pasada con el equipo cadete que a partir de diciembre se empezó a mejorar y dimos un salto de calidad importante y me ha vuelto a suceder en esta temporada.
Empezamos la competición y en las tres primeras jornadas encajamos dos derrotas, muchas dudas, a los chavalines les costaba asimilar el mensaje, la idea de interpretar este juego que yo les inculcaba, pero poco a poco hemos ido mejorando, cada semana que pasaba era un paso adelante, fuimos acumulando jornadas sin perder, sumando puntos y mejorando el juego y, sobre todo la intensidad, las ganas, la motivación y la confianza en sí mismos.
Y así nos hemos encajado en este fin de semana en el que jugábamos dos partidos, el primero de ellos ayer sábado en Niebla y hoy domingo en Punta Umbría contra uno de los gallitos de la categoría, pues bien, estos dos partidos han servido para que el equipo definitivamente haya cojido el aire a lo que les pedimos, aquel equipo dubitativo, timorato de primeros de temporada se ha transformado en algo muy diferente, tanto ayer en Niebla donde les pasamos por encima, (0-10), y sobre todo hoy en Punta (2-3), los chavalines han dado un rendimiento espectacular, para sentirse orgullosos de ellos, he disfrutado como nunca en un campo de fútbol.
En una temporada tan difícil como ésta, sin campo, jugando todas las semanas fuera y entrenando en condiciones difíciles es una alegría enorme que este grupo de chavales pueda poner el nombre de nuestro club donde se merece, realmente estamos en los comienzos de esa etapa, pero si conseguimos mantener el nivel que hemos adquirido, el alevín A nos puede hacer disfrutar del fútbol.
1 comentario:
Enhorabuena Garri, me alegro que te vaya tan bien con este estupendo grupo de chavales, yo he tenido el placer de tenerlos y doy fe de que todo lo que dices favorable a ellos es cierto, esperemos que siga la cosa igual y ya sabes, aunque no quieras ni escucharlo...a luchar por el ascenso!
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