viernes, 19 de marzo de 2010

LA TRAGEDIA DEL PARO

Escuchamos todos los días en los medios de comunicación cifras y datos de parados, nos hablan de números con toda la frialdad del mundo. En cuanto se mejoran mínimamente los porcentajes o se frenan los datos negativos, aún siendo negativos, se celebra como un éxito, y detrás de esos números, de esos datos tan fríos, hay personas de carne y hueso, en muchos casos con historias que sobrecojen.

En mi círculo más cercano tengo bastantes personas en el paro, pero todos cobrando el subsidio correspondiente, unas cantidades muy parecidas a las que percibían en sus anteriores trabajos, con lo que la situación aún siendo delicada no es, ni mucho menos, dramática.

Supongo que los propios mecanismos de defensa que tenemos en la mente las personas nos hacen alamarnos y darle importancia a las cosas cuando nos tocan en primera persona, es decir, cuando lo sufren los demás lo entendemos pero no le damos la misma transcendencia, todos sabemos que hay muchas personas pasandolo realmente mal, pero hasta que no nos toca de lleno no lo valoramos en su justa medida.

En éstos días hemos estado en la empresa en la que trabajo haciendo una selección para un puesto de trabajo para un periodo de tiempo determinado, después de ofertar el puesto a través de varios cauces distintos al cabo de unos días el número de candidatos superaba la centena, además personas que vienen de todos los sectores de actividad, desde un peón de la construcción hasta un patrón de barco de pesca, pasando por verdaderos profesionales con muchos años de experiencia en electricidad, en banca, automoción, etc, personas que de la noche a la mañana se han quedado sin nada, con hijos, con hipoteca, que desesperados buscan una salida y que cuando ven una pequeña posibilidad, por pequeña que sea o aunque no tenga absolutamente nada que ver con su formación y experiencia, se tiran de cabeza.

Que vamos a peor está clarísimo, por mucho que nos digan desde este ¿gobierno? que empezamos a remontar, lo cierto es que esto necesita un cambio radical, y como tengamos que esperar dos años más hasta 2012 para hacerlo, no sé que puede pasar, pero algo muy gordo seguro, de no estar metidos en Europa es más que probable que esuviéramos como en Argentina con el corralito.

Extrapolando todo esto a la vida local es evidente que la administración municipal no puede resolver el problema por sí sóla, sería injusto que culpáramos de todos los parados a nuestro Ayuntamiento, y tampoco podemos pedirle a los gobernantes locales que acojan bajo su paraguas a todo aquel que no tenga trabajo, pero sí deberíamos exigirles que todo el trabajo que salga del Ayuntamiento, sea de la naturaleza que sea, sea realizado por empresas y trabajadores locales.

Sabemos que hay ocasiones en la que las propias leyes obligan a tener que abrir el abanico de ofertantes a todo el mundo, pero igualmente sabemos que hay otras en las que no y es en esos casos en los que la prioridad de empresas y trabajadores locales debe ser primordial.

No me gustaría que ésta reflexión sonara a crítica porque no está escrita con ese fin, (aunque sé que así la van a tomar), simplemente es que pienso que hay que sensibilizarse del tema, me consta que tanto nuestro alcalde y sus compañeros de equipo de gobierno tienen que lidiar todos los días con histórias de personas que piden, o exigen, que los metan a trabajar, y estoy convencido que para ellos es un duro trago y tienen que sufrir, pero cada vez que veo personas de fuera trabajando en nuestras calles me hago la pregunta de porqué no son bonariegos, y no consigo dar con una respuesta coherente.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pues si Manolo esa es la situación que tenemos al día de hoy.
El pueblo ha dejado de creer en los políticos y lo hace porque en estos momentos no se ponen de acuerdo, vergonzosamente.
En Bonares deberían de tener un gesto y bajarse alguna de las gratificaciones que tienen, pero no lo harán porque no les duele, porque no son de izquierdas, se aprovechan de las siglas PSOE para cojer el poder, pero no son de izquierdas un verdadero político de izquierdas lo haría, eso y más cosas.
Ahora vienen elecciones el pueblo deberá valorar todo lo que se ha hecho y lo que NO se ha hecho.