Queridos amigos y amigas, aquellos que con cierta asiduidad me seguís sabéis que tengo cierta debilidad por nuestro pueblo vecino de Niebla, mis casi 17 años trabajando allí hacen que sienta un poquito aquello como propio, y en éstas elecciones por mi amistad con el candidato popular Antonio Fernández, he sido testigo de todo lo que ha acontecido antes, durante y después de las elecciones.
Lo que ha ocurrido en Niebla es algo rocambolesco, no creo que se haya dado nunca en la historia de la democracia de este país en ninguno de sus municipios. Una historia que, visto desde mi lugar, tiene un comienzo hace unos meses en el que Antonio después de sortear algunos obstáculos decide ser el candidato a la alcaldía de Niebla, hasta ayer día 11 de junio que tras salir del acto de constitución del Ayuntamiento de Bonares y jurar mi cargo, recibo una llamada de Antonio en la que me dice "felicitame que soy alcalde".
Conocí a Antonio gracias a este humilde blog, su mujer tiene familia en Bonares, (los Noja), y fueron ellos los que me comentaron hace un tiempo que en Niebla, el marido de su prima estaba empezando a formar el PP local y que era un buen seguidor de mis artículos. Al poco tiempo nos presentaron y desde el primer momento me pareció un tipo fantástico, con una fuerza interior espectacular.
Durante meses cada vez que nos encontrábamos le insistía en que se presentara, a lo que él siempre contestaba que tenía que sortear ciertos problemillas de compatibilidades, pero que si podría ahí estaría, tenía unas ganas terribles de refundar el partido de nuevo en Niebla, y partía de la nada, de él sólo, estaba ante un reto y un desafío brutal, pero para él eso era lo de menos.
Evidentemente se decidió a ir de candidato y empezó a formarse un grupo de personas que lo acompañaran, es dificilísimo encontrar gente que quiera ir en una lista electoral, lo digo con conocimiento de causa, Antonio fue enganchando una a una a un grupo de personas que deciden acompañarlo, y os aseguro que todos o casi todos lo hicieron por Antonio, no por sus ideas o por el partido, a posteriori ese grupo de personas ha sido criticado y maltratado de forma canalla.
Llegamos así a la campaña electoral, Antonio se presentó en Bonares el día del acto principal de campaña del PP-Bonares acompañado de un grupo de jóvenes y venía ya pletórico, hablé con ellos y estaban ilusionadísimos, el bueno de Antonio no sólo había conseguido que lo acompañaran en esta aventura, sino que los había ilusionado totalmente. Ya en esa ocasión me comentaron ellos que se estaba levantando el bulo en Niebla de que tenían un pacto con el PSOE y que eso era completamente falso, yo los creí y para apoyarlos escribí
éste artículo.
La campaña del PP en Niebla ha sido un verdadero tsunami político, hablé con él varias veces en ese tiempo, asistimos a su acto de presentación como candidato, y la verdad es que irradiaban y desprendían ilusión a raudales, todos sabíamos que iba a tener un buen resultado en las urnas. Pero durante ese tiempo escuché y leí críticas muy fuertes hacia él y su grupo, les criticaron con dureza absolutamente todo, desde que hiciese un acto de presentación de candidato y luego otro de presentación de la candidatura, hasta que en los carteles sólo saliera su foto y no la del grupo, a lo que yo me indignaba ya que es el procedimiento normal y habitual en todos los sitios del mundo, si es un candidato nuevo se presenta el candidato y luego la candidatura, así lo hicimos nosotros también, y en los carteles en el 99% de los pueblos y ciudades sále exclusivamente el candidato.
La campaña de descrédito que le hicieron, sobre todo desde filas andalucístas, fue lamentable, abominable, había que pararlo como fuera, usando cualquier argumento, cualquier excusa era buena, pero no podían con él, a cada insulto, a cada ataque, Antonio se convertía en más fuerte. Un par de días antes de las elecciones estuve con él y le comenté que si se conseguía un concejal era un éxito, si se conseguía dos era un pelotazo y a partir de ahí todo lo que viniera era un regalo del cielo, pero que debía sentirse orgulloso del trabajo que había hecho, él y todos los que lo acompañaban.
Llegan las elecciones, el PA pasa de tener mayoría absoluta con 7 concejales a 4, el PSOE sube de 4 a 5, y Antonio y el PP de Niebla saca 2 concejales. En la misma llamada en la que nos hicimos para consultarnos los resultados ya me comenta Antonio que él no va a pactar con nadie, que lo tiene clarísimo, que él va a trabajar en el sitio donde su pueblo lo ha puesto y que no va a ser conejillo de indias de nadie, no sabía en ese momento lo que le esperaba.
Durante las semanas que han pasado desde las elecciones hasta la constitución de los Ayuntamientos la presión a la que ha estado sometido Antonio ha sido algo vergonzoso, vomitivo, ha recibido presiones externas e internas, todo el mundo buscando un interés particular y partidista, queriendo pasar por encima de él, sin importarle un bledo lo que él mismo pueda pensar y, sobre todo, sentir, para todos Antonio dejó de ser persona para convertirse en objetivo político y aún teniendo la fuerza que tiene, consiguieron por momentos hacer tambalear los cimientos en los que se sustenta esta gran persona.
He sido testigo de los ataques constantes hacia su persona, en varias ocasiones estuve a punto de intervenir pero luego consideraba que esa guerra no es mía y me podían acusar de intruso, pero realmente ha soportado una cantidad de cosas que no hay derecho a eso. Insultos y amenazas a su persona, a su familia, a todo lo que tuviera algo que ver con él, y para colmo paralelamente también recibiendo presiones internas, que esas me las guardo por decencia política y por disciplina de partido.
A nadie le importaba absolutamente nada qué pensaba él, cada uno miraba sus intereses y había que convencerlo sí o sí, por lo civil o lo criminal. Estuve con él unos días después de las elecciones en plena tormenta de presiones, y su cara era otra y se lo dije, lo estaba pasando realmente mal, defendiendo su postura contra viento y marea. Aquella persona que contagiaba felicidad, ilusión, fuerza, por mor de los cañonazos que estaba recibiendo, ya no era la misma, creo que en esos momentos se arrepintió de haberse metido en este lío, y no sólo por él, sino por lo que estaban haciendo sufrir a su familia.
Desde ese preciso momento me alineé de forma incondicional con el Antonio Fernández persona, conocedor como era de todo lo que estaba pasando traté, (sin mucho éxito la verdad), de que al menos las presiones internas desaparecieran. No era justo lo que este hombre estaba pasando, sufriendo, por encima de cargos, puestos, partidos, alcaldías y mancomunidades están las personas, y no creo que a Antonio se le olvide nunca las dos semanas que ha pasado.
El se reunió por una cuestión de decencia política, de educación y de respeto a los demás partidos, tanto con P.A. como con P.S.O.E, los cuales trataron de llevárselo al huerto de una forma o de otra, por las buenas o por las malas, pero siempre tuvo claro que no iba a pactar con nadie, y yo lo apoyaba en eso totalmente, lo fácil hubiese sido aceptar alguna de las ofertas que tenía y terminar con el sufrimiento al que estaba siendo sometido, pero siempre pensó que ni el candidato del P.A. ni la del P.S.O.E. eran buenos para Niebla y el no iba a ser cómplice de ninguno de los dos, así que con un par se mantuvo firme hasta el día de investidura en el que, inverosíblemente, los cuatro concejales del P.A. lo votaron como alcalde y él aceptó el reto.
Ahora tiene por delante un miura, gobernar su pueblo y hacerlo en minoría, cualquiera de nosotros en su lugar trataría ahora de cobrarse algo de lo que le han hecho pasar, pero lo primero que va a hacer Antonio será tratar de enfriar ánimos y que vuelva la paz social a su pueblo. Es un ejemplo de entereza y de calidad humana, personas como él dignifican a la clase política, le deseo lo mejor.