A pesar del resultado tan abultado, el equipo cadete del F.B. Bonares no hizo un buen partido ante un flojo rival que nos contagió con su desidia, algo que teníamos previsto y que sin embargo, no pudimos evitar.El partido comenzó con nosotros muy metidos en el juego, en pocos minutos creamos ocasiones claras de gol e hicimos el primero, pero se palpaba una falta de tensión que era nuestro principal enemigo en el día de hoy, y así nos empataron el partido.
Tan sólo la diferencia de calidad entre un equipo y otro, (algo abismal), hacía que la diferencia en el marcador siguiese aumentando, llegando al 6-1 del descanso.
En el intermedio hablamos de recuperar la tensión, de jugar nuestro partido y no entrar en la desgana del rival, necesitábamos meterle una marcha más al juego, jugar más ordenados y definir las jugadas, y empezamos el segundo tiempo muy bien, cuatro goles en apenas 10 minutos, pero a partir de ahí el partido se convirtió en un desastre auténtico.
Llegábamos con suma facilidad, pero con una falta de tensión que iba en aumento y que nos hacía regalar una y otra vez el balón en ataque, tan sólo en los minutos finales apretamos otra vez para redondear el marcador hasta los 16 goles finales, los últimos jugando contra una defensa totalmente parada.
En deporte es igual de importante el saber ganar como el saber perder, nosotros hoy no hemos sabido ganar, nos hemos dejado llevar por un rival que no tenía interés alguno en el partido, cosa de la que nosotros nos teníamos que haber abstraido, es lamentable que hayamos picado y el partido se haya convertido en algo anodino, sin ritmo, sin chispa, sin servir absolutamente para nada.
La lección que debemos aprender hoy es que un deportista debe dar el máximo en cada momento, ante todos los rivales sean del nivel que sean, ese es el mayor signo de respeto, pero el trabajo semanal y la progresión de un equipo no se deben parar por tener enfrente a un grupo de jugadores con una misma camiseta que no tenga el más mínimo interés en el envite.
Los pequeños detalles distinguen los equipos mediocres de los buenos equipos.
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