Recuerdo en mi infancia que las personas mayores, principalmente nuestros padres, nos decían aquello de "nuestra infancia era mucho más sana que la vuestra", y nos machacaban nombrándonos una serie de juegos que serían la leche en su época, pero que a nosotros en aquellos momentos nos parecían de lo más aburridos.
En mi infancia/adolescencia nos pasábamos los días jugando en la calle, coincidió con la época dorada de la Escuela de Baloncesto en Bonares y todos teníamos una canasta, en todas las calles había niños jugando. Recuerdo también que los mismos niños organizábamos una liga entre calles de fútbol, además cada calle con su propio campo de juego, el de triana en la barrera, el de la calle de los "judíos" en el llano, el de la calle nueva en "valperdío", la calle higueral en "el campo de tenis", y así varias más, era todo muy distinto a hoy, no teníamos casi ninguna facilidad para hacer deporte pero nos la ingeniábamos.
Recuerdo las ligas de minibasket, de las que salían las distintas selecciones por edades que formaban los equipos de la Escuela de Baloncesto, para todos era una ilusión enorme ver tu nombre entre los elegidos, no había un niño que no hiciese todo lo que estuviese en su mano para formar parte de esos equipos. Una vez que se hacían los equipos, con el paso de las temporadas había otra selección para formar equipos en las categorías superiores.
Todo esto nos levaba a que los niños de la época nos teníamos que currar mucho el poder hacer deporte, e incluso haciendolo todo, podríamos quedarnos fuera.
Además las instalaciones eran las que habían, la pista del colegio al aire libre, que en cuanto llovía no se podía jugar, recuerdo los jugadores con trozos de colchón achicando agua para poder jugar.
Recuerdo que cuando se pusieron los focos en la pista de arriba del colegio, para nosotros fue todo un acontecimiento. Y los desplazamientos eran ya la repera, sin el apoyo de casi ningún padre, íbamos a los partidos en coches de amigos de los entrenadores, apiñados a veces 5 ó 6 en un mismo coche, o enlazando autobuses, e incluso recuerdo un partido a Huelva al que fuimos haciendo autostop desde San Juan del Pto, al perder el autobus.
Hoy en día todo es distinto, los niños lo tienen absoutamente todo a su alcance, todo son facilidades, no se tienen que preocupar por nada, las instalaciones son infinitamente mejores que las que teníamos nosotros entonces y no valoran absolutamente nada.
Eso por no hablar de la nula predisposición al trabajo, (por norma general que también hay excepciones), la ausencia de espíritu competitivo, no hay afán de superación, les da igual ganar, perder que empatar.
Nos está pasando este año ya lo último, niños de 10, 11, 12, 13 ó 14 años que no juegan absolutamente a nada, que prefieren quedarse en sus casas haciendo el ganso, niños a los que poco menos que hay que rogarles que jueguen y que pasan literalmente del tema.
No sé cual es la raiz del problema, si es que la sociedad va en ese camino con un estilo de vida que va en contra de los valores que tradicionalmente se han considerado básicos para la formación de nuestros niños, pero lo cierto es que la cosa pinta muy mal y sin visos de solución.
También me pregunto si estaremos, todos los que de una forma o de otra formamos chavales, haciendo algo mal, pero me da la impresión que mientras menos trabajo cueste tener las cosas, menos valor se le da, quizás esté hay la raiz del problema, que hoy en día los niños lo tienen todo y eso les hace no valorar nada.
1 comentario:
Magnífico Garruti!!
Muy buena reflexión, estoy de acuerdo contigo en su conclusión: "El poseer todo hace que no se valore nada".
Esperemos que ahora nosotros como padres nos pongamos manos a la obra y por lo menos a nuestros hijos les hagamos llegar este mensaje.
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